Add parallel Print Page Options

Cuando lo anunciamos, no fue por error ni teníamos malas intenciones ni queríamos engañar a nadie. Al contrario, hablamos porque Dios nos aprobó y confió en nosotros para anunciar el evangelio. Nosotros no tratamos de agradar a la gente sino a Dios, que es el que conoce nuestro corazón. Como ustedes saben, nunca hemos usado halagos ni pretextos para obtener dinero. Dios es testigo de eso.

Read full chapter